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ENFERMEDAD INFLAMATORIA PELVICA: EL ENEMIGO SILENCIOSO

eip

La Enfermedad Inflamatoria Pélvica (EIP) se define como la inflamación de origen infeccioso del tracto genital femenino superior (útero, trompas de falopio y ovarios).

El mecanismo de transmisión es a través de relaciones sexuales no protegidas, y los gérmenes más comúnmente implicados son la Clamydia y el Gonococo.

Los signos y síntomas más típicos de la enfermedad, cuando aparecen, son:

  • dolor pélvico
  • flujo vaginal más abundante
  • sangrado vaginal sin relación con la menstruación
  • fiebre

En muchas ocasiones, los síntomas o signos de la enfermedad pueden pasar desapercibidos, por no ser muy intensos o confundirse con molestias habituales (dolor menstrual u ovulatorio, transtornos del ciclo, flujo vaginal normal, etc).

El peligro que entraña para la fertilidad la EIP es el relacionado con las secuelas que deja, sobretodo en las trompas de falopio, conducto por el que debe pasar el óvulo hasta ser fecundado y trasladarse posteriormente al útero. La alteración de las trompas aumenta el riesgo de embarazo ectópico y de esterilidad. Además, en algunos casos se acumula un líquido inflamatorio, que obliga a la realización de cirugía para drenarlo o para extraer las trompas.

Es importante, por ello, consultar con el ginecólogo ante cualquier sintomatología fuera de lo normal, y más en pacientes en edad reproductiva con vida sexual activa. La prevención, el diagnóstico y el tratamiento precoz de esta enfermedad pueden evitar problemas futuros que afecten a la fertilidad.

En los casos en los que se ha llegado tarde, por fortuna disponemos de la fecundación in vitro, por la cual el proceso de captación de óvulos , fecundación en laboratorio y posterior colocación del embrión en el interior del útero nos permite obviar la obstrucción de las trompas, y así ofrecer muchas posibilidades de embarazo.

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