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Consejos a tener en cuenta tras una transferencia embrionaria

Consejos transferencia embrionaria

En un tratamiento de Fecundación in Vitro o de ovodonación, una vez realizada la transferencia embrionaria, solamente depende de los embriones y de su capacidad para implantarse en el útero que se produzca la implantación. Con lo cual, sólo queda esperar. 

Sin embargo, muchas mujeres se preguntan si pueden hacer algo para aumentar las posibilidades de embarazo. Aunque, ante todo, se aconseja seguir un estilo de vida normal sin estresarse por los resultados, hay algunas recomendaciones que pueden seguirse.

Consejos tras una transferencia embrionaria

1. Medicación

La única medicación que debe suministrarse es la que prescribe el ginecólogo para mantener el nivel de progesterona adecuado. Su función principal es apoyar la funcionalidad del cuerpo lúteo hasta la semana 12-14 aproximadamente. En ese momento, el médico puede retirar o reducir la dosis, ya que la placenta produce progesterona en una concentración suficiente como para que la medicación externa deje de ser necesaria.

Si se experimenta algún tipo de molestia, como dolor de muelas, de cabeza o similar, lo más recomendable es ponerse en contacto con el médico que ha estado llevando el tratamiento para que nos indique si podemos tomar algo.

2. Alimentación

Es aconsejable llevar una dieta equilibrada, consumiendo cualquier tipo de alimento sin necesidad de demasiadas restricciones. Controlando el consumo de café y alcohol, que deberían tomarse únicamente de forma ocasional. Si surgen problemas de estreñimiento, es conveniente incluir alimentos ricos en fibra.

3. Reposo

Es recomendable guardar reposo durante media hora antes de salir de la clínica. Después, la paciente puede volver a casa y hacer vida normal. No obstante, es conveniente no realizar grandes esfuerzos físicos como levantar pesos excesivos o hacer ejercicio intenso.

4. Actitud positiva

Es muy importante mantener una actitud optimista, evitando las situaciones de ansiedad y estrés, y no preocuparse en exceso por los resultados. El nerviosismo es habitual en esta fase, pero es recomendable alejar los sentimientos negativos.Realizar actividades de ocio pueden ser de ayuda para reducir la incertidumbre y mantener la mente distraída.

5. Beber mucho líquido

Siempre es aconsejable beber abundantes cantidades de líquido, comprobando que la orina sea normal y, en la medida de lo posible, reducir el consumo de sal.

6. Actividades diarias

Siempre que se eviten las actividades intensas, no hay problema en  seguir realizando actividades rutinarias como pasear, conducir o incluso trabajar.

7. Baños de inmersión

Es aconsejable evitar los baños tipo bañera, playa de agua caliente o piscina. De esta forma, se evitan posibles infecciones y una posible influencia con los fármacos que se están suministrando a la paciente.  Pero también es recomendable evitar las saunas, las cabinas de bronceado y la exposición solar prolongada. En general, todas aquellas actividades que aumenten la temperatura corporal.

8. Relaciones sexuales

Es recomendable evitar las relaciones sexuales hasta la prueba de embarazo.

¿Qué síntomas puedo esperar después de una transferencia embrionaria?

Los síntomas de una transferencia embrionaria pueden variar de una mujer a otra, incluso entre diferentes embarazos en una misma mujer. No obstante, tampoco hay que preocuparse en exceso si no notamos ningún síntoma, ya que no todas las mujeres los presentan, lo que no quiere decir que la implantación no se haya producido. 

Hay que tener en cuenta que los síntomas pueden deberse tanto a la medicación suministrada durante el tratamiento como al propio embarazo, por lo que padecerlos no es señal de éxito ni de fracaso. Los más habituales son los siguientes:

  • Flujo vaginal abundante durante los días posteriores a la transferencia por cuestiones hormonales y por la progesterona administrada por vía vaginal.
  • Cambios en el pecho por la suministración de progesterona y estrógenos antes de la transferencia embrionaria.
  • Pequeños sangrados ocasionados por la canalización a través del cuello uterino  y que suelen aparecer entre los dos y tres días posteriores a la transferencia.
  • Fatiga como consecuencia del aumento de progesterona, que puede deberse tanto al embarazo como a los suplementos de progesterona que se toman.
  • Molestias en la zona lumbar y abdominal por las hormonas de la preparación del endometrio o de la estimulación ovárica.
  • Micciones frecuentes debido a la hormona hCG, tanto por los efectos secundarios de las inyecciones de hCG administradas como por el propio embarazo.
  • Náuseas por el aumento de los niveles de hormonas.

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