En muchas ocasiones, las parejas con problemas de fertilidad se sienten incomprendidas y juzgadas por sus propios familiares y amigos, lo que muchas veces está relacionado con la falta de información porque no saben cómo ayudar.
Para muchas mujeres o parejas que desean tener un hijo, este momento puede resultar muy estresante y estar lleno de preguntas e inquietudes. Pero además puede ser muy complicado manejar el tema de cara a sus seres queridos sin que termine convirtiéndose en un problema para su estabilidad emocional que pueda afectar a su vida con su pareja.
Debido a ello, muchas personas prefieren reservarse el diagnóstico y dejarlo como parte de su intimidad, mientras que otras prefieren contarlo directamente porque consideran que, de esta forma, se verán menos presionadas ante el deseo de su entorno de la llegada de un bebé.
¿Por qué siempre es bueno contarlo?
Tener una red de apoyo es esencial para las parejas con problemas de fertilidad que quieren iniciar un tratamiento de reproducción asistida. De hecho, los familiares y amigos suelen convertirse en acompañantes fieles a lo largo de todo el proceso, pero es importante que sean empáticos y que estén abiertos a hablar sobre todas las cuestiones relacionadas con el diagnóstico y las posibles técnicas para lograr el embarazo
No obstante, también pueden ser de gran ayuda los grupos de apoyo de personas con problemas de fertilidad para hablar sobre las etapas a las que tendremos que enfrentarnos durante el tratamiento. Ten en cuenta que los familiares y amigos no siempre tienen por qué saber dar apoyo. De hecho, la propia cercanía puede generar emociones y expectativas que pueden ser contraproducentes para la relación.
Aunque es cierto que siempre supone un alivio contarlo para evitar las preguntas indiscretas sobre la maternidad y que pueden hacernos sentir incómodos. Además, eliminamos el miedo a que todo se descubra. Si hablamos con naturalidad sobre el tema, no tendremos que estar poniendo excusas a la hora de ir a la clínica o de cuando toca inyectarnos la medicación.
Ten en cuenta que no comunicar lo que sentimos puede incluso llevarnos a sufrir una depresión.
¿Cómo hablar de la infertilidad con familiares y amigos?
Resulta evidente que el equilibrio emocional es esencial para que las parejas puedan aumentar sus posibilidades de éxito durante el tratamiento. Por eso, sentirse querido, acompañado y valorado es fundamental para mejorar la autoestima.
No obstante, en ocasiones pueden convertirse en un factor más de presión, ya que es posible que quieran estar informados continuamente y que hagan preguntas. Sin olvidar que es posible que tengamos que contar muchas veces lo mismo cuando puede que no nos apetezca nada hacerlo. Puede que incluso tengáis que recibir alguna opinión o comentario que seguramente vaya sin mala intención, pero que no te haga sentir bien.
En estos casos, siempre es aconsejable hablar desde la verdad, transmitiendo que no es un asunto de voluntad, sino de algo que no se puede controlar. Tratar el tema con honestidad sobre lo que se necesita durante el proceso y dejar claros los límites es la mejor forma de conseguir el soporte emociones y el apoyo que se necesita. Pero además, ayuda a entender los procesos médicos, los resultados de los tratamientos y a tomar las decisiones adecuadas en cada momento.
No hay que olvidar que somos nosotros los dueños de la información. Debemos tener claro que hay personas que pueden reaccionar de una manera u otra y que no es algo que podamos controlar, pero sí podemos decidir qué es lo que queremos contar o no en cada momento. Todo el apoyo que recibamos es bienvenido, pero si algo nos molesta, debemos decirlo. Y, por supuesto, si lo contamos es para sentirnos apoyados y protegidos, no para que suponga una intromisión en nuestra vida privada.
Por otro lado, también puede ser positivo acudir a un psicólogo/a especializado en reproducción asistida que pueda ayudaros a afrontar la situación y a proporcionaros las herramientas para manejar las distintas situaciones a las que tengáis que enfrentaros a lo largo del tratamiento.