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La edad y la fertilidad masculina: lo que los hombres deben saber

Diferencias inseminación artificial vs fecundación in vitro

¿Sabías que la edad del hombre también influye en la búsqueda del embarazo? La edad fértil del hombre es más extensa que la de la mujer, por lo que muchos hombres no se preocupan tanto por retrasar la paternidad. Es cierto que la producción de espermatozoides continúa activa en edades avanzadas, pero hay que mencionar que a partir de los 35 años, tanto la cantidad como su calidad empieza a descender.

¿Cómo afecta la edad a la fertilidad masculina?

La testosterona, que es la principal hormona sexual masculina, juega un papel clave en el rendimiento sexual. Con la edad, los niveles de testosterona se reducen, haciendo que el deseo sexual disminuya y que sea más complicado mantener una erección. Paralelamente, los niveles de FSH y LH que regulan la producción de espermatozoides tiende a aumentar ya que las células que producen espermatozoides, disminuyen su rendimiento.

Pero, además, la edad puede implicar riesgos genéticos, por lo que es muy recomendable analizar la calidad y llevar a cabo estudios genéticos en el semen para determinar qué riesgos hay de que se produzcan alteraciones en los embriones. Está demostrado científicamente que a partir de los 35 años, el varón sufre cambios en la permeabilidad de la membrana de los espermatozoides. Estas alteraciones implican que el papel regulador del intercambio de substancias de la membrana se modifique, incorporando tóxicos y eliminando nutrientes, por lo que el espermatozoide se estresa. El estrés impacta directamente en el núcleo espermático que contiene las cadenas de ADN. Cuando esto ocurre, el ADN se fragmenta.

Un espermatozoide con el ADN fragmentado puede no fecundar el óvulo o dar lugar a embriones que suelen ser de peor calidad, por lo que es más probable que su desarrollo se detenga y que se produzcan abortos espontáneos, fallos de implantación y anomalías genéticas en los bebés. Pero, también pueden producirse alteraciones en el número de cromosomas de los espermatozoides, acumulación de mutaciones y cambios epigenéticos.

Por otro lado, también es habitual que se produzca una disminución de la motilidad espermática. Cada año, alrededor de un 0,7% de los espermatozoides móviles progresivos se pierden. Esto quiere decir que si un hombre de 22 años tiene un promedio de un 25% de espermatozoides inmóviles, uno de 30 años tiene un 40%, y este porcentaje aumenta al 60% y al 85% en hombres de entre 40 y 60 años, respectivamente.

Además, hay que destacar que los hombres mayores de 45 años necesitan aproximadamente 5 veces más tiempo para conseguir un embarazo en  comparación con los hombres de menos de 25 años. Por eso, es aconsejable llevar a cabo un estudio andrológico, un test de fragmentación y un seminograma para valorar todos estos parámetros y determinar si existe cualquier alteración en  los espermatozoides, de manera que se pueda recibir el asesoramiento adecuado.

¿Hasta qué edad es recomendable ser padre?

Como ya hemos dicho, a partir de los 35 años, la cantidad de espermatozoides se reduce y se presenta una mayor fragmentación del ADN.  Este hecho puede afectar a las tasas de embarazo en técnicas como la FIV, así como suponer un mayor riesgo de bebés prematuros y con bajo peso al nacer.

Debido a ello, podríamos decir que la edad ideal para ser padre está por debajo de los 35 y cuando más nos alejemos de esa edad, la probabilidad de concebir de forma natural se reduce y los riesgos genéticos en los embriones aumentan. No obstante, esto no quiere decir que no se pueda ser padre más allá de esta edad. 

Técnicas como la ICSI, pueden ayudar a superar determinados problemas en la calidad del semen relacionados con la edad. Pero, también puede realizarse un test o Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP) a los embriones, especialmente si la pareja tiene una edad materna avanzada. De esta forma, se evitan transferir embriones con anomalías genéticas.

Gracias a los tratamientos de reproducción asistida, es posible  compensar esta reducción de la fertilidad y los riesgos de anomalías genéticas y de abortos son más bajos.

La Ley 14/2006 sobre TRA no fija una edad máxima para la aplicación de las técnicas de reproducción asistida en los varones en aquellos casos en los que la mujer sea mayor de edad. Para las mujeres se recomienda un límite de edad de 50 años, pero en el caso de los hombres no existe un consenso al respecto.

En definitiva, la edad es un factor importante en la fertilidad masculina y en la salud de la descendencia. Por este motivo, es muy importante tomar conciencia de ello y poner las medidas que sean necesarias para prevenir sus efectos. Si tenemos en cuenta cómo afecta la edad a la fertilidad, podemos tomar decisiones informadas para planificar la familia y garantizar la salud de nuestra descendencia.

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