La reproducción asistida engloba un conjunto de tratamientos médicos que tiene como objetivo la consecución de un embarazo en caso de que haya problemas de fertilidad, ya sea por parte del hombre, de la mujer o de los dos. Ayudando tanto a parejas como a mujeres solas a cumplir su sueño de ser madres. Y dentro de las mismas, se encuentran la Inseminación Artificial (IA)y la Fecundación in Vitro (FIV).
¿Qué es la Inseminación Artificial?
La Inseminación Artificial es una técnica que busca respetar al máximo el entorno natural de los gametos, favoreciendo la fecundación. Consiste en introducir una muestra de semen en el útero de la mujer para reducir la distancia que deben recorrer los espermatozoides para llegar al óvulo, aumentando así las posibilidades de que se produzca la fecundación.
¿Qué es la Fecundación in Vitro?
La Fecundación in Vitro es una técnica que consiste en unir el espermatozoide con un óvulo en el laboratorio para obtener embriones (blastocistos) que, posteriormente, son transferidos al útero para lograr el embarazo.
¿Cuáles son las diferencias entre la Inseminación Artificial y la Fecundación in Vitro?
Aunque muchas veces se usan estos dos términos de manera errónea, lo cierto es que se trata de dos técnicas totalmente distintas. Para no confundirlas, es necesario saber con exactitud cómo funcionan.
- La principal diferencia entre la inseminación artificial y Fecundación in Vitro es el lugar en el que se produce la fecundación. Mientras que la FIV se realiza en un laboratorio controlado y, posteriormente, cuando el embrión se ha formado, se introduce en el útero de la mujer, la inseminación artificial es intrauterina, es decir, la fecundación tiene lugar directamente en el útero.
- Para poder realizar una inseminación artificial, es condición indispensable que las trompas de Falopio sean permeables. Pero no es necesario en el caso de la Fecundación in Vitro.
- Otra importante diferencia entre la Fecundación in Vitro y la Inseminación Artificial es la estimulación ovárica. En la IA, este proceso es mínimo para evitar el riesgo de que se produzca un embarazo múltiple, mientras que en la Fecundación in Vitro se requiere de una mayor estimulación para extraer entre seis y quince óvulos.
- Además, hay que mencionar que la Fecundación in Vitro tiene un precio más elevado que la Inseminación Artificial. Eso sí, con esta técnica, las posibilidades aumentan un 60% con respecto a la búsqueda de un embarazo natural, mientras que la Inseminación Artificial solamente aumentan las posibilidades en un 15%.
- La calidad del semen es otra diferencia. La Inseminación Artificial se recomienda cuando el semen contiene al menos 2 millones de espermatozoides móviles en el eyaculado. En cambio, para la Fecundación in Vitro, ni siquiera es necesario que haya espermatozoides en el eyaculado, sino que incluso pueden obtenerse directamente de los testículos.
- La Inseminación Artificial es más sencilla. El día en el que se prevé la ovulación, se entrega una muestra de semen que se prepara en 2 horas y en 5 minutos se realiza la introducción de los espermatozoides móviles en el útero de la mujer. Sin embargo, en el caso de la Fecundación in Vitro, es necesaria una punción folicular con sedación para conseguir un número de óvulos maduros, cultivo y desarrollo embrionario, y transferencia de embriones. Un proceso mucho más complejo, pero más efectivo
- La Fecundación in Vitro es el tratamiento más aconsejable para parejas con problemas de infertilidad, factores masculinos moderados y mujeres con endometriosis. Y es que en estos casos la Inseminación Artificial presenta tasas de éxito más bajas. Con lo cual, la IA es un tratamiento solamente a considerar cuando el pronóstico de la pareja es bueno. Cuando son jóvenes, el tiempo de búsqueda no es muy prolongado y no existen alteraciones seminales importantes o en las trompas.
En cualquier caso, es el médico el que se encargará de realizar un estudio de fertilidad detallado para tu caso y determinar si existe un problema de infertilidad. En caso de haberlo, también valorará cuál es el procedimiento que mejor se ajuste a tus necesidades para incrementar las posibilidades de éxito, la Inseminación Artificial o la Fecundación in Vitro.
